Dice un proverbio persa que la paciencia es un árbol de raíz amarga pero
de frutos muy dulces. Es ya mucha (demasiada diría yo) la paciencia del
madridismo en los últimos tiempos, mucho o demasiado también el amargor cada
vez que nos enfrentamos a los de allí arriba, y hasta ahora un solo fruto
dulce, dulcísimo que degustamos en Mestalla en el ya lejano mes de Abril. De
entonces aquí solo hemos encontrado resignación, unas veces echando culpas al
“de negro”, a Messi, o a la mala suerte y otras simplemente encajando un nuevo
golpe con tinte de decepción que con el tiempo se convierte en una ilusión, en
una ilusión renovada ante la rotunda seguridad de que a la próxima será. Ya que
esto va de proverbios, citaré otro que nos dejó Oliver Goldsmith, Nuestra mayor
gloria no está en no haber caído nunca, sino en levantarnos cada vez que
caemos, y el Madrid hará cosas mejor y cosas peor, pero levantarse lo hace como
nadie, esa es su gloria, aquella que le acompañó para ser el mejor club del
siglo XX y quién sabe si también del XXI.
El último enfrentamiento nos dejó como casi siempre últimamente,
resignados, esta vez sin excusas, sabedores de que fueron superiores y punto.
No soy yo gente que guste de utilizar “peros”, porque en la “mili” me enseñaron
que los “peros y esques” no valen en el Ejército, o al menos no valían por
aquel entonces, aunque yo creo firmemente que ese último partido si tuvo un
pero, y es ¿Qué hubiera ocurrido de meter Cr7 aquel potencial 2-0 que tuvo en
sus botas? Nadie lo sabe y nunca nadie lo sabrá. Yo no creo que el Madrid sea
peor hoy por hoy que el Barcelona, de hecho los números dicen que es mejor,
aunque todos sabemos que el cobre se bate entre ellos, así que llega una nueva
oportunidad para luchar por la supremacía, por el reconocimiento, por el
orgullo, por el honor y como no, por la Copa de Su Majestad; esta eliminatoria
llega en un momento crucial de la temporada, el Madrid se sobrepuso al golpe
del Barça en el Bernabeu, y ha sacado los partidos a base de resolución y de
oficio, bueno, y de Benzemá, sin cuya participación el paisaje es mas oscuro,
el Barça por su lado no termina de arrancar a domicilio, y ya tiene que forzar
la nuca para ver al Madrid en lo alto de la tabla. De ahí la importancia de
este cruce en Cuartos y ahora, si pasa el Barcelona será un nuevo golpe duro de
encajar, y quizá la resignación se torne en apatía ante la imposibilidad de
ganarles, cosa que podría condenar al Madrid en la Liga, en cambio si pasa el
Madrid, la Copa será poco menos que un camino de rosas y la Liga puede
sentenciarla en cosa de mes y medio, mientras tanto hagamos caso al probervio:
PACIENCIA…
Por qué dejaste de escribir? Éste hubiera sido un buen año para hacerlo, con la liga y la champions...Y quien sabe si con el balón de oro a Carvajal 🙏🙏
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