Hoy es uno de esos días difíciles de rumiar, en los que hasta buscar un simple titular resulta complicado, porque vienen tantos a la mente que elegir uno de ellos cuesta mucho. Hablar del partido es poco novedoso, porque ese ya lo han diseccionado de doscientas maneras otros tantos periodistas, y todos sacan las mismas conclusiones, el Barça es superior y punto. Es verdad que el Barcelona saltó al césped como un equipo ramplón, a defenderse de las posibles pero improbables acometidas de un Cristiano perdido en individualismos y de un Higuain desaparecido en combate de nuevo en un partido grande. Eso deja aún más al desnudo las miserias del Madrid, ya que fue vencido en su fortín por un Barcelona que renunció a su estilo con la única intención de esperar su oportunidad sin conceder ni una al contrario. Y eso fue exactamente lo que sucedió, el Barcelona se fue al descanso habiendo disfrutado de un solo tiro a puerta, suficiente para hacerlo ganando por 0-1. Tras el descanso Guardiola movió ficha, recompuso el esquema habitual y a los diez minutos Xabi, que todo el partido campó a sus anchas trazó un buen pase cómodo y sencillo para que Pedro matara el partido y la liga. Con 0-2 salió Guti, y en tres minutos intentó meter al Madrid en el partido, dio sentido al juego de ataque y colocó a Van der Vaart solo ante Valdés, la jugada acabó en el mismo sitio que el Madrid, en la nada. Ahí acabó el partido, después de eso el Madrid fue disminuyendo, y el Barça se dedicó a enfriar el partido con pérdidas de tiempo escandalosas y largas posesiones mientras esperaba paciente a que Messi firmara otro hat-trick, algo que no hizo porqué le faltó fe ante un Casillas mediocre que ya no camina por el mismo sendero de su gloria, aún así evitó la goleada. De lo visto en el campo, solo queda por reseñar el comportamiento chabacano, chulesco e indecente de un Gabi Milito resentido y cojo que intentó burlarse de un Bernabeu que hasta ayer le respetaba.
Puedo asegurar que tres madridistas metidos en un coche a la una de la mañana, emprendiendo viaje de regreso desde el Bernabeu a Salamanca, tienen tiempo suficiente para sacar páginas y páginas de conclusiones, y hasta de pararse a tomar un tentempié y contemplar las caras afligidas de medio centenar de merengues con la mirada perdida ante un vaso de Coca- Cola vacío, esperando solo encontrar una buena razón para retomar con cierto optimismo la vuelta a casa. La realidad no miente, y es preocupante; al Madrid solo le queda su afición y su historia, porque la poca esperanza que quedaba se diluyó ayer como un azucarillo en el café intenso y aromático del Barcelona. A día de hoy, ya no creo que nadie tenga dudas de que el Real Madrid es un equipo tirando a vulgar que se ha sostenido en Liga con los goles de Cristiano e Higuain y las cuatro apariciones puntuales y estelares de Guti, todo eso ante rivales de escasa entidad, ya que el nivel de esta liga da risa o pena, según se mire. No vale la pena engañarnos, no vale la pena hacerse absurdas ilusiones, porque aún en el caso de que el Madrid consiga ganar esta liga, es evidente que lo haría por demérito del Barcelona, sería Campeón si, pero la legitimidad de un campeonato hay que obtenerla ganando a tu rival, o al menos dando la sensación de haber podido ganarle.
Solo me queda una razón para querer ganarla, y es para que Guti y quién sabe si Raúl tengan la oportunidad de despedirse festejando su último título en Cibeles.
Puedo asegurar que tres madridistas metidos en un coche a la una de la mañana, emprendiendo viaje de regreso desde el Bernabeu a Salamanca, tienen tiempo suficiente para sacar páginas y páginas de conclusiones, y hasta de pararse a tomar un tentempié y contemplar las caras afligidas de medio centenar de merengues con la mirada perdida ante un vaso de Coca- Cola vacío, esperando solo encontrar una buena razón para retomar con cierto optimismo la vuelta a casa. La realidad no miente, y es preocupante; al Madrid solo le queda su afición y su historia, porque la poca esperanza que quedaba se diluyó ayer como un azucarillo en el café intenso y aromático del Barcelona. A día de hoy, ya no creo que nadie tenga dudas de que el Real Madrid es un equipo tirando a vulgar que se ha sostenido en Liga con los goles de Cristiano e Higuain y las cuatro apariciones puntuales y estelares de Guti, todo eso ante rivales de escasa entidad, ya que el nivel de esta liga da risa o pena, según se mire. No vale la pena engañarnos, no vale la pena hacerse absurdas ilusiones, porque aún en el caso de que el Madrid consiga ganar esta liga, es evidente que lo haría por demérito del Barcelona, sería Campeón si, pero la legitimidad de un campeonato hay que obtenerla ganando a tu rival, o al menos dando la sensación de haber podido ganarle.
Solo me queda una razón para querer ganarla, y es para que Guti y quién sabe si Raúl tengan la oportunidad de despedirse festejando su último título en Cibeles.