Se que resulta fácil hablar y criticar cuando las cosas van mal o simplemente no funcionan, igual de fácil que resulta subirse al carro del vencedor cuando ocurre lo contrario. Yo desde aquí he hecho muchas críticas, las cuales han sido producto unas veces de la objetividad, otras del apasionamiento y las más de la realidad.
Muchas veces he pedido a gritos la destitución de Pellegrini, porque no veía el fruto de su trabajo en el campo, no porque yo no lo viera, sino porque no lo daba. Lógicamente no pienso ahora que haya que destituirle, pero no piensen que este cambio de actitud es porque el equipo gana y juega, no, es porque él ha sido el primero en cambiar, ha dejado de lado sus tozudas decisiones y sus infantiles sueños y ha comprendido que si cada uno juega en su sitio y las bandas se ocupan, las posibilidades de éxito se elevan a la quinta potencia. Pero no es oro todo lo que reluce; cierto es que el equipo firmó un buen partido en Mestalla y lo ganó, pero hasta en dos ocasiones el Valencia fue capaz de empatar el partido; y frente al Zaragoza, el Madrid no se enfrentó a un primera, mas bien parecían once amigos de visita turística en La Castellana. De todas formas, la mejoría del equipo es evidente, ahora parece hasta divertido, así que un voto de confianza al chileno.
Ahora que se acercan fechas entrañables, durante las cuales la gente se olvida de los problemas y espera la llegada del nuevo año con optimismo, los madridistas tenemos motivos para soñar esperanzados con un gran 2010, de alguna manera ya hemos tenido y superado los problemas, la crisis de Alcorcón, el mal juego y las decepciones ya pasaron, el Madrid cierra 2009 con mas puntos que nadie y con mas goles que nadie, tiene ante si una prometedora eliminatoria de Champions y a finales de Enero estará por delante de los seis veces campeones de seis cosas, hasta tiñe su futuro de blanco cuando los de ahí arriba empiezan a verlo negro.
Las primeras nieves del año han hecho acto de presencia, los villancicos suenan por las calles, los niños escriben cartas a los Reyes Magos, Papá Noel mima a sus renos para emprender viaje a la noche mas larga del año, corren tiempos de felicidad, si, decididamente esta Navidad es una Blanca Navidad. Que sea feliz para todos.
Muchas veces he pedido a gritos la destitución de Pellegrini, porque no veía el fruto de su trabajo en el campo, no porque yo no lo viera, sino porque no lo daba. Lógicamente no pienso ahora que haya que destituirle, pero no piensen que este cambio de actitud es porque el equipo gana y juega, no, es porque él ha sido el primero en cambiar, ha dejado de lado sus tozudas decisiones y sus infantiles sueños y ha comprendido que si cada uno juega en su sitio y las bandas se ocupan, las posibilidades de éxito se elevan a la quinta potencia. Pero no es oro todo lo que reluce; cierto es que el equipo firmó un buen partido en Mestalla y lo ganó, pero hasta en dos ocasiones el Valencia fue capaz de empatar el partido; y frente al Zaragoza, el Madrid no se enfrentó a un primera, mas bien parecían once amigos de visita turística en La Castellana. De todas formas, la mejoría del equipo es evidente, ahora parece hasta divertido, así que un voto de confianza al chileno.
Ahora que se acercan fechas entrañables, durante las cuales la gente se olvida de los problemas y espera la llegada del nuevo año con optimismo, los madridistas tenemos motivos para soñar esperanzados con un gran 2010, de alguna manera ya hemos tenido y superado los problemas, la crisis de Alcorcón, el mal juego y las decepciones ya pasaron, el Madrid cierra 2009 con mas puntos que nadie y con mas goles que nadie, tiene ante si una prometedora eliminatoria de Champions y a finales de Enero estará por delante de los seis veces campeones de seis cosas, hasta tiñe su futuro de blanco cuando los de ahí arriba empiezan a verlo negro.
Las primeras nieves del año han hecho acto de presencia, los villancicos suenan por las calles, los niños escriben cartas a los Reyes Magos, Papá Noel mima a sus renos para emprender viaje a la noche mas larga del año, corren tiempos de felicidad, si, decididamente esta Navidad es una Blanca Navidad. Que sea feliz para todos.