Payaso, de Latin Pagliacci, es un personaje estereotípico representado comúnmente con vestimentas extravagantes, maquillaje excesivo y pelucas llamativas. Generalmente se le asocia con un artista de circo, cuya función es hacer reír a la gente. Se llama Bufón al truhán o gracioso que con sus palabras, acciones y chocarrerías tenía por oficio hacer reír a los poderosos, mayormente solían ser gente con unas características físicas fuera de lo habitual: jorobados, enanos, etc, y se solían reír más de sus defectos que de sus chistes.
Podríamos decir por tanto que desde el día 11-J, el señor Sala i Martín, creo que le llaman, representa el estereotipo del payaso, y su jefe el señor Lapuerta, desde hoy al de Bufón. El primero, vestimenta extravagante (chaquetas naranjas con solapas azulgranas y cosas así), maquillaje excesivo, y un gran contador de historias surrealistas, que hacen troncharse de risa a los muchos madridistas de bien que andamos por el mundo. Por tanto señor Sala, enhorabuena por ser usted el mas grande de los payasos y muchas gracias por las carcajadas que usted nos inspira a coste cero.
Y desde hoy, (bueno, en realidad desde hace mucho tiempo) el señor Lapuerta representa el estereotipo del Bufón, que todo hay que decirlo, es de mucha mas raigambre que la condición de payaso, ya que la misma data de tiempos inmemoriales. De hecho, la Biblia nos dice que Sansón, derrotó a un ejército de filisteos dándoles mamporros con el juguete de un vulgar bufón, refiriéndose con juguete a la quijada de un asno. El señor Lapuerta tiene entonces como oficio, a través de palabras y chocarrerías hacer reír a los que evidentemente son más poderosos que él, ya que el mismo lo reconoce, relacionando al Real Madrid con el Imperialismo y confundiendo prepotencia con superioridad. También está claro viéndole jugar partidillos, que sus características físicas son algo fuera de lo habitual, acrecentadas además con colores extravagantes. En nuestro caso todo resulta aprovechable, ya que este hombrecillo nos brinda a diario la oportunidad de reírnos, tanto de sus defectos como de sus chistes malos.
Señores Payaso y Bufón, quiero hacerles un último apunte para que lo añadan a sus grandes conocimientos, y esto va en serio. Durante el reinado de Felipe II, gracias a un sistema Imperialista, España colonizó la América Latina y logró ser el país donde nunca se ponía el sol, y gracias a la prepotencia del Rey, conocemos hoy el Monasterio de El Escorial, en cuya torre central habita un ladrillo de oro que sirvió para demostrar al mundo, que no solo eran falsos los rumores de que el Imperio no tenía dinero, sino que durante aquella época se estaba fraguando lo que mas tarde la historia reconocería como “Época Dorada”. Como otros entonces, ustedes son los incrédulos de hoy, y no entienden que el Madrid es por excelencia y trayectoria un club Imperial que vive permanentemente en “Época Dorada”.
Podríamos decir por tanto que desde el día 11-J, el señor Sala i Martín, creo que le llaman, representa el estereotipo del payaso, y su jefe el señor Lapuerta, desde hoy al de Bufón. El primero, vestimenta extravagante (chaquetas naranjas con solapas azulgranas y cosas así), maquillaje excesivo, y un gran contador de historias surrealistas, que hacen troncharse de risa a los muchos madridistas de bien que andamos por el mundo. Por tanto señor Sala, enhorabuena por ser usted el mas grande de los payasos y muchas gracias por las carcajadas que usted nos inspira a coste cero.
Y desde hoy, (bueno, en realidad desde hace mucho tiempo) el señor Lapuerta representa el estereotipo del Bufón, que todo hay que decirlo, es de mucha mas raigambre que la condición de payaso, ya que la misma data de tiempos inmemoriales. De hecho, la Biblia nos dice que Sansón, derrotó a un ejército de filisteos dándoles mamporros con el juguete de un vulgar bufón, refiriéndose con juguete a la quijada de un asno. El señor Lapuerta tiene entonces como oficio, a través de palabras y chocarrerías hacer reír a los que evidentemente son más poderosos que él, ya que el mismo lo reconoce, relacionando al Real Madrid con el Imperialismo y confundiendo prepotencia con superioridad. También está claro viéndole jugar partidillos, que sus características físicas son algo fuera de lo habitual, acrecentadas además con colores extravagantes. En nuestro caso todo resulta aprovechable, ya que este hombrecillo nos brinda a diario la oportunidad de reírnos, tanto de sus defectos como de sus chistes malos.
Señores Payaso y Bufón, quiero hacerles un último apunte para que lo añadan a sus grandes conocimientos, y esto va en serio. Durante el reinado de Felipe II, gracias a un sistema Imperialista, España colonizó la América Latina y logró ser el país donde nunca se ponía el sol, y gracias a la prepotencia del Rey, conocemos hoy el Monasterio de El Escorial, en cuya torre central habita un ladrillo de oro que sirvió para demostrar al mundo, que no solo eran falsos los rumores de que el Imperio no tenía dinero, sino que durante aquella época se estaba fraguando lo que mas tarde la historia reconocería como “Época Dorada”. Como otros entonces, ustedes son los incrédulos de hoy, y no entienden que el Madrid es por excelencia y trayectoria un club Imperial que vive permanentemente en “Época Dorada”.