CAMPEONES DE MEDIO PELO

El fin de semana se presentó doloroso para nosotros los madridistas, el sonrojante partido que jugó el Madrid en Mestalla, avivó aún mas la euforia culé, que llegaba a su estadio a darse un baño de multitudes, para poner broche de oro a una semana que ni en los sueños mas dulces podrían haberse imaginado los barcelonistas. Ganaron 2-6 en el Bernabeu y se fueron a canaletas o canaletes, o como coño quiera que se diga, le regalaron el pase a la final de la Champions y otra vez para la fuentecita. Resulta curioso que una afición se eche a la calle a festejar lo que aún no han ganado, debe ser que andan faltos de alegrías esos de ahí arriba. Pero este domingo, por fin tenían un motivo real, para acudir a la medio fuente, medio plaza, o no se muy bien que es ese lugar al parecer emblemático, donde se concentran muy de cuando en cuando los catalanes portando las barretinas, las senyeras y todo tipo de emblemas antimonárquicos, pro-nacionalistas y antipatriotas, todo ello regado supongo con cava, y merendándose entre copa y copa una puta butifarra payesa.
Así las cosas, el Villareal llegaba a ser un mero invitado a la fiesta blaugrana, desde el principio le ningunearon, y eso que aunque el mando del partido era del Barcelona, los de Pellegrini intentaron dejar claro que habían venido a jugar. Se llegó al descanso con 3-1, y reanudado el partido, ya se oían los cánticos de “Campeones, Campeones”, (esto lo he deducido yo solo, porque el cántico era en un idioma desconocido para mi) y “Madrid, Cabrón saluda al campeón”, esto si lo decían en un castellano muy claro, pero con un deje que me recordó sonidos propios de una taza de wc. A esas horas, la tele conectaba en directo con la fuentecilla esa en la que solo se ven un par de árboles y cuatro farolas, y mientras tanto, en el campo los jugadores intentaban jugadas imposibles, en forma de paredes complicadísimas, pases con la espuela, con el tacón y demás, es decir, sumándose al ambiente festivo de quién sabe que en quince o veinte minutos se revolcará por el suelo de gozo, se fundirá en abrazos con los compañeros, cantará, beberá, y alguno hasta sacará su odio de forma inútil para intentar herir al rival que tranquila y señorialmente espera el desenlace de los acontecimientos. Peeeero…resulta que el Villareal no vino de invitado, resulta que un punto en Barcelona no era malo para sus aspiraciones europeas de cara a la próxima temporada, y decidió pasar de la fiesta y hacer la guerra por su cuenta, y así, con el tiempo cumplido, y al mas puro estilo Barça en semis de la Champions, se sacó de la nada un gol, y pintó de sagrado blanco las caras hasta entonces azulgranas. Que poco decoro y que falta de respeto al rival, la que demostraron ayer jugadores y aficionados, comportándose con prepotencia desmedida, dando a entender estar por encima del bien y del mal. Ayer demostrasteis lo que sois, un equipo segundón que vive en la angustia y en la ansiedad, ni teniendo la Liga amarrada (huyyy si llega a ganar el Madrid en Valencia) sabéis tener paciencia, humildad y señorío. Como dice mí cuñado Navazo, si importante es saber perder, mas importante es saber ganar, y por eso seréis siempre que ganéis campeones de medio pelo.